Es la realidad vitivinícola más conocida de España, profundamente ligada a la zona de producción del valle alto del río Duero, a mitad de camino con Portugal. Puede que el punto de inflexión sea 1982, año del reconocimiento de la denominación de origen Ribera del Duero y de la compra de Vega Sicilia por parte de la familia Álvarez, pero la Bodega ya llevaba un siglo produciendo vino. Vega Sicilia también ha contribuido a revivir la fortuna de la zona de producción de Toro donde se produce Pintia Toro de la bodega Bodegas Pintia adquirida en 1998.
Color cereza intenso. En nariz aromas a fruta madura, maderas nobles, especiados y recuerdos balsámicos. En boca es amplio, tánico, vuelven las frutas. En el final vainilla como postgusto.
