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DESCRIPCIÓN
Este vino nace de la bodega Feudo di Mezzo, ubicada en el corazón de la viticultura del Etna. A partir de uvas Nerello Mascalese, en busca de una expresión contemporánea de esta noble vid cultivada en el espléndido y único terruño del Etna.
Viñedo Pietramarina, Bodega Feudo di Mezzo en Castiglione di Sicilia (CA).
Las uvas, recolectadas en la caja, si es necesario, se refrigeran inmediatamente a una temperatura de 10 ° C, luego se seleccionan a mano; después del estrujado y despalillado, fermentan a 23°C en tinas de madera y en depósitos de acero; permanecen en las pieles durante 14 días, con un remontado y dos bazuqueos manuales por día; se extraen con la ayuda de la prensa vertical.
El vino así obtenido tiene una crianza en tinas de madera y acero durante 6-8 meses.
Vainilla, cereza negra, fresa silvestre, un toque floral muy limpio. Boca carnosa pero suave. Fruta muy expresiva con incursiones aromáticas más complejas de sotobosque, mirto y especias orientales. Vino que inesperadamente se convierte en una muestra de tinto bebible con marcada sapidez con un perfil gustativo que destaca un recuerdo ferroso de ruibarbo y pimienta negra muy atractivo.
CÓMO SERVIR
18 20-° C
Se recomienda dejarlo respirar 15-30 minutos antes de servir
Para beber inmediatamente o envejecer hasta los 6-7 años.
Vino para beber todos los días en la mesa. Su adaptabilidad gastronómica le permite estar al lado tanto de los platos más sencillos como la pasta con salsa de tomate como de los más complejos de carne o pescado, para probar con boletus fritos.
CAVA
“Durante cinco siglos, a través de 17 generaciones, nuestra familia se ha comprometido a seguir los caminos de la evolución agrícola en una tierra compleja como Sicilia, con un enfoque siempre orientado hacia la apertura y la innovación. Donde con demasiada frecuencia el mundo agrícola se ha encerrado en antiguos patrones de hábitos sociales y prácticas productivas, más bien hemos heredado, de generación en generación, un instinto orientado a cambiar y generar cambios positivos a nuestro alrededor, en la cultura y entre las personas. Durante el siglo XX fue el abuelo Vito quien demostró cómo, más allá de la gestión estática de la propiedad de la tierra, todos debemos avanzar hacia nuevas soluciones y nuevas perspectivas: fue el primero, en Menfi, en intentar transformar nuestra pequeña bodega familiar en una gran bodega social que en poco tiempo, bajo la presidencia de Diego, se transformó en patrimonio colectivo y modelo de desarrollo territorial. Simultáneamente presidente del instituto regional de la vid y el vino, Diego desempeñó un papel destacado en el renacimiento del vino de Sicilia, transformándolo en un gran laboratorio de experimentación, con una consultoría ilustrada como la de Giacomo Tachis, Carlo Corino, Giampaolo Fabris y Attilio Scienza. . Leer más
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