Castillo Petrus
Château Petrus es un monumento de la enología mundial y ostenta una primacía en toda el área de Burdeos: la de los precios. Por regla general, el Pedro sale del sótano con cifras que otros productores no pueden permitirse aplicar, y los precios normalmente se vuelven a evaluar con el tiempo. A pesar de ello, no tiene una historia muy larga a sus espaldas. La finca de Petrus tomó forma recién en 1920, cuando Madame Loubat heredó un terreno en Pomerol, un área en ese momento considerada de segunda clase para la viticultura.
Sin embargo, desde el principio, el gran potencial de los vinos de Château Petrus fue evidente, hasta el punto de que en 1964, el famoso négociant Jean Pierre Moueix se convirtió en copropietario de la bodega. El secreto de la calidad de Petrus radica en la combinación de un terroir único y el perfeccionismo aplicado en cada paso de la producción. En julio, una drástica poda en verde reduce significativamente la cantidad de uva, prefiriendo la calidad.
Además, se contrata una escuadra de casi doscientas personas para la vendimia, con el fin de reducir a una sola tarde el tiempo de vendimia de las 12 hectáreas de viñedo. Incluso en la bodega, la precisión y la meticulosidad son imprescindibles. Si a esto le sumamos la gran habilidad comercial de la familia Moueix, que tiene el mérito de haber dado a conocer este vino en todo el mundo convirtiéndolo en una estrella del mercado vinícola, la receta está completa.
Por regla general, Petrus se elabora con uvas Merlot vinificadas en pureza, pero cuando el tiempo permite una perfecta maduración de la cabernet franc, se añade un pequeño porcentaje de esta variedad. Así es como, temporada tras temporada, cada año se añade periódicamente una página en el gran libro de la enología internacional.