Nika Bakhia
Para descubrir la realidad de Nika Bakhia hay que ir a Georgia, donde reina el arte de la larga maceración en ánfora. Estamos más precisamente en el Este, en la zona de Kakheti, en el pueblo de Ananga. Nika es una persona ecléctica, arquitecta y escultora de formación, con una gran pasión por el vino que luego convirtió en profesión.
Quizás sea precisamente su formación la que le permitió enamorarse de ese increíble recipiente que es el ánfora, en gerorgiano qvevri, creando la Asociación Qvevri, dando así origen al movimiento de vinos en ánfora, que va más allá de las fronteras georgianas, haciéndose famoso en todo el mundo.
En 2006 fundó la empresa haciéndose vecino de la bodega "Nuestro Vino", otra importante realidad de producción georgiana, con la que comparte las principales Cru Tsarapi y Akhoebi y hoy cultiva 6-7 hectáreas con las principales uvas autóctonas georgianas: Saperavi, Rkatsiteli , Tavkveri, Khikhvi y Mstvane. En su gran respeto por el medio ambiente, Nika decide no tratar sus viñedos con ningún aditivo químico y utilizar únicamente la energía humana y la fuerza de los caballos.
La suya, además de ser una elección productiva, es una afirmación de sí mismo: decide hacer vino para ser plenamente responsable de su tierra, utilizando su nombre como vocero de una elaboración totalmente natural.
En la elaboración del vino, Nika se esconde completamente detrás de la tradición georgiana; con una mano muy elegante y ligera consigue dar vinos armoniosos desde temprana edad. En definitiva, su bodega se convierte en su laboratorio artístico y los vinos en productos de su arte.
Los vinos son literalmente el resultado de un negocio familiar donde muchas de las etiquetas están compuestas también por los nombres propios de los miembros de la familia como Nika Saperavi, Dato Noha, Tarie Luna y muchos otros.